03 septiembre 2010

TEMA DEL MES: ASESORAR PARA PARTICIPAR




ASESORAR PARA PARTICIPAR

No hace mucho redactaba una nota para publicitar el Programa “FACILITA” de Orientación a Jóvenes en la nueva Web del Instituto de la Juventud de la Región de Murcia: http://www.mundojoven.org/

 



Y en esa nota destinada a ser leída por jóvenes que se plantean llevar a cabo un proyecto o iniciativa se decía: “En muchas ocasiones, se pierden estupendas ideas, simplemente porque no encontramos el modo de llevarlas a cabo”.

Ahora a la vuelta de vacaciones entre los compañeros de la Oficina de Participación Juvenil debatimos un nuevo tema del mes para este Blog sobre Participación Juvenil que llevamos a cabo desde hace meses. Y surgió éste que yo intento plasmar en las siguientes líneas: asesorar para participar, así que recordé aquella frase y me propuse reflexionar en torno a ella.


Porque difiero de esa línea tan extendida entre trabajadores en materia de juventud de que entre los jóvenes de hoy día reina la desidia y el escaso interés e intención de hacer nada. Una idea forjada, entre otras cosas y como se ha comentado muchas veces en este Blog, porque estos jóvenes no son receptivos a una determinada oferta de actividades que se idean, se programan y se lanzan para ellos, pero sin contar con ellos.


Estoy convencido y en mi experiencia en el trabajo con personas jóvenes lo he podido constatar de que, entre ellas y ellos, las ideas están, fluyen, se comparten, etc. Pero que, en muchas ocasiones, no se ven plasmadas en algo concreto porque desconocen el cómo llevarlas a cabo, desconfían de exponerlas, especialmente ante las instituciones o simplemente lo hacen a través de sus propios canales sin apenas impacto social.


Mención aparte merecen aquellos jóvenes quiénes han aprendido a participar en el seno de una asociación y que inmersos en las mismas desarrollan habilidades de gestión, de relación con las instituciones, de búsqueda de recursos, etc. Por cierto, jóvenes a los que veo necesario apoyar, mimar y premiar su esfuerzo y dedicación, pero a los que al mismo tiempo es necesario inculcarles la responsabilidad de transmitir esas habilidades adquiridas a quiénes están llamados a sucederles en los órganos de gestión de su colectivo, cosa que rara vez sucede en el seno de las asociaciones juveniles y que provoca el desgaste de las mismas.


Pues bien, ante tal panorama uno de los principales objetivos de los trabajadores en materia de juventud es procurar ser un recurso para los jóvenes, informarles, apoyarles y/o asesorarles sobre posibilidades en materia ocio y tiempo libre, vivienda, empleo, formación, y entre un largo etcétera sobre participación.


Mayoritariamente cuando alguien joven se plantea poner en marcha su propia iniciativa o su proyecto, pequeño o grande, no se está planteando una participación activa en la vida social de su comunidad, comúnmente lo que le motiva es el interés por desarrollar algo en compañía de sus amigos, compañeros de clase o con otros jóvenes con los que mantiene afinidades. El concepto de participación subyace de esa propia necesidad de llevar a cabo una acción en compañía de otros y cuando además se quiere llevar a cabo de un modo abierto para el resto de la comunidad.


He aquí donde radica la importancia de propiciar que las personas jóvenes que precisan de un asesoramiento para la puesta en marcha de una idea que ronda su cabeza y que comparten con un grupo encuentren el mejor modo de poder llevarla a cabo, de materializar esa idea.


¡Ojo! que ellos mismos sean conscientes de cómo pueden ponerla en marcha porque, bajo mi punto de vista, en ningún caso asesorar debe ser captar su idea y gestionar nosotros cómo, cuándo y dónde materializarla.


Si con nuestro trabajo tratamos de que las personas jóvenes sean capaces de planificar, gestionar y desarrollar sus propios proyectos estaremos directamente fomentando que estos jóvenes sean personas activas en su comunidad, el que sean capaces de llevar a cabo acciones que van desde la toma de decisiones hasta la evaluación del impacto social de su iniciativa, es decir, que estén inmersos en procesos participativos.


PARTICIPACIÓN ese concepto sobre el que durante meses hemos subrayado su importancia en este Blog como una buena práctica en la experiencia vital de un joven y que enriquece la convivencia y el desarrollo de una comunidad.


No es un trabajo que se pueda hacer de un modo casual o improvisado, requiere esfuerzo y sobre todo, paciencia (creo que esta frase es casi literal a la que escribía Juanchi para aplicar el método de Juanchi   Generación de participación juvenil en mi pueblo”)


Como conclusión, me gustaría destacar que todo esto que aquí se plantea como una cuestión muy sencilla, no lo es. Y no lo es porque el trabajo con jóvenes está lleno de matices, de pros y contras, de objetivos que cumplir, de gestiones varias y como muestra uno de los temas de meses pasados en este Blog: "¿Qué somos los animadores?" en el que se narra la interminable lista de tareas que pueden llevar a cabo un animador juvenil.

Todo eso merma el tiempo y las posibilidades de emplearse a fondo en la tarea de asesorar a grupos y colectivos de jóvenes. Pero desde aquí animar a no olvidar la importancia de que nuestro trabajo propicie que las personas jóvenes con inquietudes e iniciativa superen barreras y no decaigan en su empeño.


José Angel Martínez Soler
Programa "FACILITA". Orientación a Jóvenes sobre proyectos e iniciativas.
Oficina de Participación Juvenil - Instituto de la Juventud de la Región de Murcia.

3 comentarios:

Equipo de profesionales en materia de participación juvenil de Nivel 3 Gestión Sociocultural dijo...

Que bueno leer este artículo, resume el sentido de este blog, también nos refresca las ideas después del periódo vacacional (que por cierto nos viene muy bien) y sobre todo nos empuja a seguir con nuestra labor, esa de estar ahí, de “propiciar que la persona o grupo encuentre el mejor modo de materializar esa idea”, como tú bien dices.

La evaluación de los programas llevados a cabo por la Oficina de Participación Juvenil el pasado curso 2009 – 2010 fortifica nuestra idea de que las personas jóvenes sí que tienen ideas y que, cuando se propician los recursos y las condiciones necesarias para hacer brotar esa idea, se consiguen resultados realmente satisfactorios (para el grupo de jóvenes, para los destinatarios de sus acciones y también para nosotros/as).

Se inicia un nuevo curso y ya tenemos la maquinaria preparada para facilitar, asesorar y sobre todo para “que no se pierdan las ideas”.

Isabel Guerrero

Anónimo dijo...

¿Y qué hacemos si estamos dispuestos a asesorar pero aun así no participan?
¿Qués es primero "la gallina" ó "el huevo"?.

Mayte dijo...

Este artículo resume a la perfección tanto la razón de ser de este blog, como la finalidad de los programas de participación que llevamos a cabo desde la Oficina. Tenemos más que comprobado que los jóvenes tienen muchas ideas pero que muchas veces se pierden, ya sea por considerarlas irrealizables, por no encontrar los recursos necesarios o la frustración que aparece tras muchos intentos fallidos.
Creo que el programa “FACILITA”, asesorar para participar, es un punto de partida para que esas ideas no se queden en meras fantasías de adolescente, sino que se conviertan en hechos.
Respondiendo al post anterior, en este caso tengo claro qué primero: sin un proceso de educación y aprendizaje no se da la participación.

Mayte Adsuar