Invitada del mes de Julio'09:
Conchi Encarnación Conesa.
Técnica de la Concejalía de Juventud
Ayuntamiento de Torre Pacheco.
Continuamente oímos comentarios entre los que trabajamos con jóvenes, del tipo: “es muy difícil movilizar a los jóvenes”, “ya no se que hacer, nada me funciona”, y esta otra justificando: “no puedo hacer nada porque no tengo presupuesto”. ¿No serán todo esto excusas para no plantear actividades novedosas? ¿realmente es tan difícil indagar sobre lo que gusta, inquieta, interesa a nuestros jóvenes….?¿estamos seguros de que nuestros jóvenes conocen las vías y las posibilidades para poder participar en la vida social de cada uno de nuestros municipios?
Quizás debemos pararnos y pensar qué podemos hacer para aumentar la participación juvenil en nuestros pueblos, y quejarnos menos de si se participa más o se participa menos.
Podemos buscar muchas causas externas pero también debemos preguntarnos si la implicación de los técnicos es suficiente y adecuada para que los chicos y chicas se sientan motivados y quieran participar en las actividades organizadas y en la vida social del municipio. Sinceramente yo creo que no; en la mayoría de los casos los técnicos no nos implicamos en las actividades, nos dedicamos a organizar, programar y en algunos casos ejecutar, pero…. ¿y la participación? ¿Está bien evaluar un programa atendiendo solo a lo que nos cuentan, sin asomar siquiera por una esquina? ¡claro se me olvida!, “a mi no me pagan las horas extras, ni me dan días libres”. ¿Dónde está escrito que se tenga que cobrar por todo?, ¿esto es educar en la participación?
El ejemplo enseña muchas veces más que las palabras, si transmitimos a los jóvenes “no participo porque no me lo pagan”, ellos no se moverán nunca.
¿Va a ser igual que un monitor desde una silla diga “vamos a hacer juegos de stalking, tenéis que pintaros la cara de negro, vestir ropa oscura y desde la silla dirija los juegos que el monitor aparezca ambientado con el juego y a la vez que lo explica sea el primero en untarse la cara? Desde mi punto de vista muchos técnicos actuamos como el primer caso; quizás si le damos un poco de movimiento a las ruedas de la silla del trabajo, igual nuestros jóvenes participarían más y nosotros nos quejaríamos menos de la escasa participación.
Puede que se nos haya olvidado educar en la participación y no nos acordemos de las motivaciones para la participación: la necesidad de la afiliación con la búsqueda del contacto social, el altruismo mediante las prácticas asociativas voluntarias que ofrecen la oportunidad de “ser útiles”, la necesidad de logro mediante los deseos de solucionar cualquier dificultad hasta conseguir una alta autoestima. ¿Nos resulta tan difícil enseñar y transmitir todo esto?
Claro, es mucho más cómodo esperar sentados en un despacho a que lleguen los jóvenes y nos pidan lo que quieren realizar en su tiempo libre, pero cuando no vienen no podemos quedarnos parados, debemos salir a su encuentro, aparecer por sus lugares donde suelen quedar, como puede ser la pista deportiva del instituto, a la que saltan para jugar al baloncesto y ¡zas!, de ahí podemos organizar un campeonato de baloncesto. Si nos acercamos a la pista de skate y vemos chavales practicando, ¡anda!, se nos puede ocurrir un taller donde les den técnicas y consejos para deslumbrar con el monopatín. Con todo esto igual hacemos una programación que triunfa en participación porque estamos organizando lo que realmente interesa a los jóvenes de nuestro pueblo aunque sea menos vistoso. Surge entonces otra cuestión, ¿Cuál es el objetivo principal, organizar para que se vea o para que se participe? No por invertir más se obtiene más participación.
Con nuestro esfuerzo diario debemos intentar que los jóvenes no se vuelvan pasotas sino que sean unos jóvenes con inquietudes, que busquen participar en la vida social del municipio, y cuando acudan a buscarnos sea porque se les ha educado; nos conocen y deben saber que estamos ahí trabando por y para ellos.
Bueno, no quiero ser muy pesada, sabéis que como me lie a escribir podéis estar leyendo dos días. Espero que mis palabras sirvan para reflexionar sobre nuestro trabajo diario con los jóvenes. No es un trabajo fácil, tenemos mucho que hacer y sobre todo mucho que aprender; aprovechemos todos los recursos que nos proporcionan, todas las ayudas y apoyo que tenemos desde las entidades para las que trabajamos, ¡¡¡¡¡no nos podemos dormir, así que a trabajar!!!!!!
Conchi Encarnación Conesa
Técnica de la Concejalía de Juventud
del Ayuntamiento de Torre Pacheco
3 comentarios:
Como siempre Conchi, tan atinada. Cuando uno es técnico de juventud sabe que sus bases están en la animación sociocultural y eso implica trabajar para transformar realidades que no nos gustan. Está claro que las decisiones finales han de tomarlas los políticos, que para eso están, pero a nosotros nos compete ofrecer planteamientos, propuestas, programas y actuaciones que propicien que esas realidades juveniles que no nos gustan puedan cambiar en favor de los ciudadanos jóvenes.
Si nos ceñimos a organizar una actividad, un campamento, una charla, etc...debemos de saber que eso lo puede hacer cualquiera que tenga un teléfono y un ordenador. Plantear ideas y alternativas es más difícil pero nadie dijo que esto fuera fácil. Y si trabamos en juventud es por algo, digo yo.
Saludos Conchi.
Juan F. Berenguer.
Veo muy bien vuestra preocupación pero debéis de ser conscientes que no todos los técnicos de juventud que trabajan en Ayuntamientos están en esa onda. Algunos están allí como un trabajo más dentro de la administración y no hacen nada fuera de sus obligaciones diarias si no se lo manda el conejal de turno. Por alguna parte lo veo comprensible porque tiene que ser difícil trabajar bajo los caprichos de alguien que no tiene mucha idea pero no intentar, al menos, proponer algo para que cambie también tiene delito. Luego, en los encuentros, jornadas, etc.. se les llena la boca diciendo todo lo que se podría hacer y lo mal que está todo. Pues ya sabéis, hacer algo.
Gracias por recibir mi opinión.
José Andrés (Cartagena)
Estoy totalmente de acuerdo con Conchi, no se puede estar recurriendo continuamente a las mismas estrategias aún teniendo comprobado que nos nos funcionan. Además opino que cuando trabajas con un colectivo tan dinámico y cambiante como es la juventud, no te puedes quedar en tu despacho estático y luego esperar que tus actividades funcionen.Tampoco se pueden hacer programaciones efectivas sin conocer a fondo la realidad en la que estás trabajando. Además creo que debemos llegar un poco más allá y no realizar actividades simplemente para que los jóvenes estén "entretenidos", sino que lo importante y lo que nos dará resultados positivos y duraderos es apostar por la educación y la implicación de los jóvenes en las tareas que realizan.
Un saludo y como dice Conchi, ¡¡A trabajar!!
Mayte Adsuar
Publicar un comentario